¿Qué es antropogénico?
El concepto antropogénico hace referencia a todo aquello que proviene o resulta de las actividades de los seres humanos o que es producido por ellas.
Los seres humanos interactuamos con el entorno y lo modificamos de múltiples maneras. Algunas son positivas, otras negativas y otras inocuas para el medioambiente.
La acción de los seres humanos se desarrolla a diferentes escalas, desde lo local a lo global. Por ejemplo: un agricultor tan solo es capaz de modificar la pequeña porción de tierra que trabaja. Sin embargo, una gran concentración de actividad industrial en una zona, afectará a sus ríos y a la calidad del aire del entorno.
En los comienzos de la industrialización, durante la segunda mitad del siglo XVIII, no se prestaba atención a los problemas causados en la atmósfera. La polución, por ejemplo, se veía poco más que como un fenómeno local. No obstante, con el avance de la ciencia, se avanzó en el conocimiento acerca del impacto que causaban estas actividades antropogénicas sobre el medioambiente.
Contaminación antropogénica
Es aquella perturbación o degradación del medio que tiene como origen las actividades y, por tanto, las emisiones humanas. Estos contaminantes afectan al aire, al agua y/o al suelo.
Existen dos tipos principales de contaminantes antropogénicos:
- Primarios. Son aquellos que se liberan directamente desde la fuente de contaminación hacia el medio.
- Secundarios. Aquellos cuyo origen es el producto de transformaciones físico-químicas de los contaminantes primarios que ya están en el medio.
Emisiones antropogénicas
Son aquellas emisiones de gases de efecto invernadero, de precursores de los mismos y de aerosoles causados por las actividades humanas.
Entre las actividades que generan estas emisiones se encuentran por supuesto la quema de combustibles fósiles, pero también la deforestación, los diferentes usos de la tierra y sus cambios, las explotaciones ganaderas, el uso de fertilizantes y también todos los procesos industriales.
Estas emisiones pueden ser controladas o accidentales. Las controladas se producen de manera planificada y en entornos acotados. De ellas se encargan equipos de profesionales cualificados que actúan de acuerdo con la legislación vigente. Los gases que lanza una industria durante su proceso productivo serían un ejemplo. Estos se efectúan siguiendo las normativas del país y por operarios específicos.
También existen las emisiones accidentales, sin planificación ni control alguno. Su escala varía en función de la causa que lo provoca. Es posible que se den pequeñas fugas en un almacén o catástrofes con un fuerte impacto medioambiental. Este es el caso de un fallo en un reactor nuclear o el de un vertido de petróleo en el mar.
Algunas observaciones y hallazgos clave
Es importante definir también forzamiento antropógeno. El forzamiento se refiere a un agente de variación fuera del sistema climático que provoca un cambio en él. Las erupciones volcánicas, las variaciones solares, el cambio de uso del suelo y las emisiones antropogénicas, que alteran la composición de la atmósfera, son forzamientos externos.
En este sentido, el forzamiento antropogénico, influye en la variabilidad externa del sistema climático. Varía el estado medio y otras características del clima en todas las escalas espaciales y temporales.
La Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), en su artículo 1, define el cambio climático como «cambio de clima atribuido directa o indirectamente a la actividad humana (o antropogénica) que altera la composición de la atmósfera global y que se suma a la variabilidad natural del clima observada durante períodos de tiempo comparables.”
Los informes del IPCC apuntan a que, hay una señal antropogénica en los estudios de atribución de los aspectos del sistema climático, más allá de los cambios de la temperatura atmosférica a escala mundial. También se le atribuye en cambios en el contenido de calor de los océanos en el mundo, tendencias de temperatura a escala continental, temperaturas extremas y también en la circulación y magnitud del hielo marino ártico. Los últimos estudios, incrementan la confianza en los resultados de la atribución.
Por ejemplo, según el Cuarto Informe de Evaluación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas (AR4 por sus siglas en inglés), de acuerdo con los cálculos respecto al forzamiento antropogénico debido a los gases de efecto invernadero, los aerosoles y los cambios en la superficie de la tierra, confirmaron que es extremadamente probable que las actividades antropogénicas hayan ejercido una importante influencia neta a la hora de calentar el clima desde 1750.
Más tarde, en el AR5 también se evaluó que las influencias antropogénicas probablemente han afectado el ciclo global del agua desde 1960 y el AR6, concluye, con gran confianza, que el cambio climático por causas antropogénicas, ha provocado cambios detectables en el ciclo global del agua desde mediados del siglo XX.
El AR5 también evaluó que la influencia antropogénica, se había detectado en cambios en algunos extremos climáticos. El último informe del IPCC concluye que es un hecho establecido que los gases de efecto invernadero introducidos de forma antropogénica, han llevado a una mayor frecuencia y también una mayor intensidad de algunos fenómenos meteorológicos y climáticos extremos desde 1850.
Hay evidencias entonces de los cambios observados y la atribución a la influencia antropogénica, en particular para las temperaturas extremas, pero también para precipitaciones extremas, sequías y ciclones tropicales.